sábado, 19 de abril de 2008

Testimonios: DEIRA, MACCIO, NOE, DE LA VEGA


DEIRA, MACCIO, NOE, DE LA VEGA
1961 Nueva figuraciòn 1991
C.C.RECOLETA

AGOSTO 1991




LUIS FELIPE NOE

"Paradójicamente Romero Brest nos criticó -no me acuerdo con qué argumentos- cuando realizamos la exposición 'Otra Figuración' en una reunión de 'Ver y Estimar' y luego, un año después, cuando nuestros planteos se habían vuelto mucho más categóricos fue él quien en la Galería Bonino tuvo el coraje de invitamos como director del Museo Nacional de Bellas Artes a exponer allí en 1963. Digo paradójicamente porque la crítica en general fue en sentido contrario: Nos elogiaron en la primera exposición y sólo muy pocos defendieron la segunda."

"No fue ese cambio el único que Romero Brest tuvo respecto de nosotros. Dalila Puzzovio recuerda en el libro de John King sobre el Instituto Di Tella que Romero Brest les dijo a ella y a Carlos Squirru en el momento del apogeo del Pop, 'Acabo de decir adiós a la Nueva Figuración y yo les doy la bienvenida a ustedes que hacen lo nuevo, pero yo no lo hago por ustedes sino por mí'. Respecto a esto Marta Traba en el mismo libro dice: 'Al principio los artistas eran mucho más interesantes que en seguida después, cuando promovía la primera generación. Hay en esa generación una especie de fuerza que desaparece después porque el Di Tella es muy castrador, porque no continúa sosteniendo a los artistas',


Al decir Di Tella, Marta Traba se estaba refiriendo a Romero Brest, su director, Pero la relación nuestra con ella fue también otro ejemplo de paradoja crítica -aunque no sé si tanto, si bien la contradicción es mucho más aguda-. Cuando exponíamos en el Museo de Bellas Artes en 1963 se nos acercó diciendo que nos invitaba al Museo de Arte Moderno de Bogotá del que era directora. Recuerdo que dijo: 'Generalmente coincido con Romero Brest', del que había sido su discípula. Nos habló de una muestra itinerante que comprendería tres museos de países de la costa del Pacifico, el que estaba a su cargo y los Museos de Bellas Artes de Caracas, cuyo director era Arroyo y del de Santiago de Chile, dirigido por Nemesio Antúnez. La carta que concretaría la invitación no la recibimos; sí en cambio otra donde nos recrimina por no contestarle y anulando en consecuencia la invitación. No se le ocurrió que podía haberse extraviado. Esa fue la razón supongo que la llevó a cambiar de actitud respecto de nosotros, a quienes nos acuso de "movemos en el resbaladizo terreno del gestualismo vociferante."
Luis Felipe Noé, 1991


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MARTA TRABA

"Deira (1928), Macció (1931), de la Vega (1930), Luis Felipe Noé, se mueven en el resbaladizo terreno de un gestualismo vociferante, un tremendismo que los une a la familia 'Cobra', al holandés Appel, al español Saura, sin que ninguno de ellos resuelva, o pueda, ir más allá de los recursos impactantes. Tachan, deforman, borran, satirizan, ensucian, violan; no alcanzan a la médula del horror, como lo hará el inglés Francis Bacon; ni a la ceremonia del horror, que oficiará De Kooning con la imagen de la mujer; ni tampoco a ese horror suelto, desenfadado y agresivo de Saura. Por eso, seguramente, el terror que pretenden impartir a la pintura dura poco; en 1965, la Antiestética de Noé parece un testamento mucho más que un programa a seguir. En la Antiestética Noé intenta, caóticamente, referirse a lo contemporáneo, lo actual y también defender el caos como posibilidad de estructura."
Marta Traba, "Dos décadas vulnerables en las Artes Plásticas Latinoamericanas, 1950 -1970", Siglo XXI Editores, México, 1973


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Agnés de Maestre
Niza, 26 de abril de 1991
Traducción: Michele Guillemont

La figuración elaborada por los artistas argentinos Deira, Macció, Noé, de la Vega, desde 1961 hasta 1965, es una formidable patada en el hormiguero de nuestras certidumbres intelectuales, a pesar de ser generalmente mal entendida por la crítica, o considerada como desdeñable por los centros del poder cultural.

Al querer salir de su condición provincial, "periférica", los artistas argentinos se lanzan en dos direcciones, las dos igualmente vanas. La multiplicación de los medios de comunicación acortó la demora en la transmisión de los modelos artísticos. Por eso algunos intentan adoptar el ritmo espasmódico de la modernidad occidental. Buenos Aires tuvo sus Abstractos líricos, informales, sus Pop, sus Conceptuales, su Land Art. Hasta cuando la demora es de apenas algunos meses, algunas semanas, siguen imitando modelos que ya han sido, en otra parte, sujetos de la aventura. Otros cultivan su diferencia recurriendo a un fondo indigenista, arte precolombino o iconografia de la época colonial. El valor y la fuerza de Deira, Macció, Noé y de la Vega consistieron en rechazar esta doble utopía -creer que Argentina es una sociedad europea exiliada o que conservó intacta una quimérica autenticidad americana- para afrontar las contradicciones de su identidad de argentinos de la segunda mitad del siglo xx.



(…)Se acerca en cambio a las preocupaciones de buena parte de la nueva generación europea y norteamericana. Siguiendo las huellas de algunos de los años 40 Y 50 -Wols, Fautrier, Dubuffet, Pollock, De Kooning, Bacon, los COBRA- aparece una Nueva Figuración. Así lo refiere el crítico francés Michel Ragon: "Esta corriente nacida espontáneamente manifestaba tendencias muy diferentes. Una de sus particularidades que acababa de enredar las cosas era que reunía pintores figurativos tradicionales como Rebeyrolle, y antiguos pintores abstractos como Alechinsky. Todos habían llegado a un paroxismo que se situaba más allá de las nociones de figuración y de abstracción... Era un arte a mitad de camino entre la abstracción y la figuración, como si, a partir de la técnica abstracta, hubieran empezado a surgir lentamente figuras a las que, hay que decirlo, la mayor parte no veía". Varias exposiciones dan cuenta de este movimiento que se desarrolla en París, en Londres, en Nueva York, que se vuelve ola, luego maremoto: "New images of man" en el MOMA en 1959, "Antagonismes" en el Musée des Arts Décoratifs en París en 1960, "La nuova figurazione" en Florencia en 1963, "Figuratie defiguratie" en Gent en 1964 y por fin “Pop, etc, etc, etc” en Viena en 1964. Hasta aquí, nada extraordinario que notar. A lo sumo podemos reconocer que de unas mismas causas nuestros cuatro pintores produjeron los mismos efectos.

Es la figuración que desarrollan en 1963 y 1964 la que marca su contribución verdaderamente original a la historia del arte. No aceptan la lógica analítica e histórica de la modernidad. Para Ernesto Deira, "a partir de la segunda guerra mundial, se había producido un estallido de la pintura en varios movimientos que tomaban en cuenta una parte de la pintura, o del gesto, o de la materia... y que llevaban a su límite las cualidades intrínsecas de la pintura". De revisión en revisión, se había llegado a una atrofia, a la "muerte del arte". Para ellos, este nihilismo no es apropiado. Macció lo dice con toda justeza: "Al tomo y retorno de la creación artística no lo veo pasar por la anecdótica cronología. Siento la pintura atemporal y el sufijo 'ismo' para mí no existe... Si la meta de la pintura es la belleza bárbara irracional, no se llegaría a ella por barruntos intelectuales generalmente progresistas. La pintura a mi modo de ver -no soy el dueño de la verdad- es recalcitrante, resiste. En pintura la pintura es lo más importante".

(…) Los argentinos no entienden esta violencia. Ven en ella una influencia de la pintura europea, donde hubo una guerra. Pero para ellos, sin lugar a duda, es la situación de la Argentina, en golpe de estado permanente, que resulta dramática. El gobierno de Frondizi acaba de caer.
Dentro del ejército se enfrentan los Azules y los Colorados. Con el tiempo, no se puede sino estar de acuerdo con el análisis de Noé: "Ahora presenciamos el enfrentamiento de dos Argentinas. Son dos trenes que van por la misma vía. Tienen que chocar. Los episodios militares no son otra cosa que una distribución de fuerzas para el momento del choque. Estamos saliendo del caos por medio de la polarización ideológica. Recién después se producirá el verdadero choque. Esto es inevitable. La caída de Frondizi fue la caída del país. No por lo que él significaba personalmente sino porque era nuestra última posibilidad institucional. La Argentina, ahora, no está en su hora cero, está mucho más atrás. Estamos en el tercer día de la creación. Tenemos que comenzar de vuelta".

(…)Para representar él caos de un mundo contemporáneo lleno de tensiones, de rupturas, de oposiciones, había que encontrar un estilo nuevo. Hasta el momento, hacían una síntesis de las diferentes influencias recibidas. Desde ahora en adelante, van a jugar con los estilos oponiéndolos unos a otros, sin dejar de disociarlos claramente. (…)

(…)En el arte occidental, el eclectismo marca una pausa de la historia, un reexamen de las invenciones estéticas anteriores. Esto vale tanto para el fin del siglo XX como para nuestra figuración contemporánea, supuestamente postmoderna cuando se sitúa totalmente en la lógica analítica de la modernidad, como análisis de la historia del arte. El eclectismo de nuestros cuatro pintores tiene otro alcance. Por primera vez, hay artistas que ofrecen a partir de su propia situación un ejemplo de arte que refuta las estructuras de la modernidad. Así lo escribe Noé: "Quizá el valor de la variante de nuestro grupo a este planteo es hacerlo más social. El hombre está en medio del caos, fundido con él. Quizá, porque somos hombres de una sociedad nueva, con voluntad de destino, sin tener nada que perder porque no tiene pasado, tenemos un regocijo mayor en el caos. Aquí el sujeto no es el hombre caotizado, sino el caos mismo. Su defecto es la representación del caos con una visión de atmósfera romántica o por lo menos como un tema, como un asunto.
Su peligro es que discurra literalmente sobre él sin encarar el problema. Cuando se anime a encararlo, como ya se está animando nuestra nueva figuración, dará su contribución real y creo que muy importante. Pero entonces, ya dejará de ser nueva figuración, porque este problema sobrepasa la cuestión de la figuración."(8).

Su representación tan convincente del caos nos recuerda que mientras en
Europa y Estados Unidos los artistas, salvo pocas excepciones, ya no saben muy bien qué esperan, incapaces de no entender nada del mundo que los rodea, en otras partes, en la confusión de los principios, nacen nuevas culturas. Son Ernesto Deira, Rómulo Macció, Luis Felipe Noé y Jorge de la Vega quienes han dado una imagen de la realidad compleja, dividida entre dos estados, en gestación, de sociedades que se liberan del dominio de los modelos culturales de Occidente.
Agnés de Maestre/ Niza, 26 de abril de 1991 / Traducción: Michele Guillemont

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