sábado, 28 de abril de 2012

Marcelo Bordese / La cura por el arte

por Jorge Garnica*

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Una relación de presencia directa caracteriza al arte contemporáneo, teniendo al artista –en situación ideal- como único legitimador de su hacer. Y si tenemos en cuenta que no existe posibilidad de discurso en solitario, dado que toda posición estética no es hermética sino que pertenece al ámbito de lo pensable –contingente- , podemos concluir que observar la realidad con criterio esperanzador no sería una ingenuidad por parte de los artistas. Será un devenir ético, una aplicación superadora de posiciones solipsistas, que tanto caracteriza mucho de lo que vemos en las exhibiciones de arte contemporáneo por esta parte del país. Si nos remitimos a establecer relaciones de signo entre extremos conmensurables, encontraremos sosiego para nuestras inquietudes existenciales. Producir arte u objetos que documenten nuestros interrogantes sobre nuestro destino y origen, puede aportar a nuestras vidas un dinamismo que nos haga más tolerable lo ordinario de la cotidianeidad.

El arte del siglo XX, en las sociedades de corte capitalista, se ha caracterizado por la desmesura experimental y la apropiación de todo legado artístico, sometiéndolo al sistema de consumo. Sobre cada letra escrita, sobre cada objeto creado, se ha volcado la lógica del mercantilismo atrapando con sus seudópodos todo aquello que le dé prestigio, y si el artista, o intelectual, ha sufrido, mejor.

Hoy el arte contemporáneo exhibe, por estas latitudes, su melancolía (esto no es un estado condenable, pero sí complejo si no se lo entiende); nutre al escepticismo y su consecuencia: el desencanto. Los promotores de turno (teóricos, curadores, art dealers, etc.), tratan de demostrar que es “tan bueno” como el de otra parte del planeta. Argumentan sin sustancia ya que la estructura ideológica que los alimenta es banal. No hay pensamiento, sólo subordinación a los textos en boga y obsecuencia a las directivas centrales, que pueden venir de Nueva York o Colonia; tal vez pronto nos llegue del dinero de Oriente; hay excepciones, claro… En estos términos siempre seremos subvaluados en los mercados; por ausencia de ideología y pensamiento crítico en lo que se produce. No alcanza con demonizar logos comerciales o condenar los atropellos a los derechos humanos, si después soñamos con París. El arte es producción humana, registro de una cultura, circula en escenarios locales, primero, y con ese reconocimiento se proyecta al exterior. Como parte de un país que se identifica con sus creadores; sería deseable.

La proyección de cualquier utopía se hace impensable en estos tiempos, y es una nueva situación que debemos resignificar, ya que nos encontramos frente a la posibilidad de construir nuestra propia verdad. La palabra utopía encierra en su núcleo un germen de imposibilidad, así en el plano etimológico como en el pragmático, evidenciando su carga de frustración. Pero sí, es viable darle cause a nuestra imaginación e inventar nuevos espacios de pensamiento, sometiendo a examen y análisis todo presupuesto teórico y vivencial.  A nuestro alrededor los paradigmas caen y los íconos emancipatorios nutren las tiendas, los bazares y hasta las epidermis de los modelos publicitarios, retratados para los bookers del mundo fashion. La religión no ha estado ajena a estos vaivenes, la cristiana en particular, pues nunca deja de proporcionarnos posiciones controversiales, grotescas, a diario, minando su propia credibilidad.

Su líder, Benedicto VI, y una legión de operadores religiosos a su alrededor, digitan los documentos que ponen en circulación, y “a consideración”, al mundo occidental. Exhiben al Sumo Pontífice en las comarcas de influencia; en sus últimos años de vida, tan sólo para la justificación de acciones políticas: optimizan vínculos comerciales que bajo la forma pastoral encierran estrategias de presión para no perder más poder. Así, escucharemos pedidos de clemencia para los pueblos oprimidos -siempre extemporáneos- y condenas a las libertades individuales bajo argumentaciones seudoespirituales; lo que nos llega como aporte de la Santa Sede. Viejo mundo.

Nos guste o no, la globalización se ha instalado, y con esta nueva realidad también encontramos que el pensamiento único se encuentra confrontado a posiciones críticas cada vez más esclarecedoras, oponiéndose al oscurantismo religioso del Vaticano. Queda claro que es difícil sostener tales paradigmas anacrónicos; hay más explicaciones lógicas para sostener un argumento en contra de una posición dogmática, que argumentaciones racionales para defender el sentido de una creencia. El refugio de la verdad revelada no parece ser satisfactorio en estos tiempos. El “porque sí” es útil para un artista, excepto para aquellos que intenten explicar una creencia religiosa. Deberán argumentar con más solidez. Hoy la fe es analizada por el campo intelectual con rigor, a la vez que con respeto, ya que también representa la sensibilidad de millones de seres humanos.


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No podría comenzar a referirme a la obra de Marcelo Bordese, sin expresar mi mirada de asombro frente a lo que podría presentarse como una producción anacrónica; y que en realidad, no lo es. Marcelo vive y está aquí entre nosotros, se cruza a nuestro paso en cualquier exposición y está junto a nuestra vida como cualquier amigo que encontramos en un supermercado o en una feria de arte. El está entre nosotros, es un artista argentino y pinta obras religiosas referidas a Cristo, a los sexos; los genitales reales y las perversiones más variadas. Los temas en los que bucea constituyen la preocupación de los moralistas, los santurrones y los políticos enmascarados; tratándolos con gracia, impertinencia y dramatismo.

¿Por qué Bordese se dedica a estos temas negados y ocultos por todo sistema? Al preguntármelo me surge una respuesta sencilla: para subvertirlos con su mirada de pintor. No exorciza monstruos, sino que como artista, concilia fuerzas discursivas propias - intolerables-, confrontándolas con una otredad que viola su ser y, si nos exigimos en análisis, el nuestro también.

En su adolescencia fue seminarista de una congregación franciscana croata, donde, lejos de persuadirlo para que desista de sus impulsos creadores, lo estimularon a que dé rienda suelta a sus delirios creativos, algunos de sus pares se constituyeron en sus primeros coleccionistas para luego diseminar sus obras en distintas colecciones europeas. Más tarde continuaría su vocación en el colegio de Jesuitas de San Miguel, para orientarse más firmemente hacia un humanismo universal, característico de esa congregación. Siempre ligado a un afán investigativo, riguroso, alternó su indagación entre escritos canónicos diseñados para la divulgación de la doctrina cristiana y otros profanos que sus compañeros le proporcionaban. Analizó la obra pictórica de los clásicos y las cotejó con escritos de ensayistas exégetas de la iconografía pagana antigua; finalmente optará por su propio relato: una malversación feliz de los tópicos que constituyeron su formación judeocristiana.


Tan pronto se liberó de los condicionamientos que conlleva el aprendizaje del oficio de pintor, Marcelo Bordese comienza a revelarse en sus trabajos como un erotómano de lo sagrado, concentrándose en un proceso creativo desmitificador y subversivo de los estereotipos icónicos que la iglesia despliega para seducir y condicionar a sus fieles. Milenios de narrativa oral y escrita alimentan el imaginario religioso, que tiene, en ese libro fabuloso llamado Biblia, su código de control de millones de almas en el mundo. Es una tecnología desplegada a lo largo de siglos; pero sería ingenuo pensar que no nos toca por declararnos ateos o agnósticos. No, su poder y protagonismo cultural es vastísimo, y aunque arcaico en su concepción, su dinámica discursiva, vigente, gobierna los modos de relaciones sociales en gran parte del mundo: el occidental y cristiano, como les agrada definir a los dictadores.

Por vía directa, o introyectado por el modelo moral imperante, los actos menos sospechados de nuestra vida, están bajo este signo. La entrega, -“dar hasta que duela”-, recuerdo estas palabras de la boca de un diácono; el olvido de sí mismo, la negación tanática del cuerpo, lo sacrificial como via regia; tienen como desenlace la culpa y la consecuente pérdida del erotismo, fragmentando al alma y su materialidad física: el cuerpo. En esto se funda y sostiene este poder casi omnímodo, que crea dependencia entre el espíritu de sus adeptos y la institución normativa que los rige: la Iglesia. Dependencia y sumisión que dará como resultado almas controladas, “Siervos de Dios” que ostentarán como emblema unificador un instrumento de tortura; eso es la cruz. Si nuestro cuerpo nos demanda ¡cómo escucharlo!, si a la hora de tenerlo en cuenta lo sentimos constreñido, maniatado, demonizado, atado con palabras; aun en el siglo XXI.

Durante los noventa Bordese ha pintado siempre con ironía y juego de artista, sus obras constituyen testimonio de su rebelación”, arremete contra los íconos consagrados. Recuerdo obras a las que cotejó con Walt Disney (Padre del comic animado que basó su éxito artístico sobre la supresión de sus colaboradores, lo único que debía importar sería su empresa, la de ÉL); o poniéndolas en tensión y diálogo con los transgresores más conspicuos del arte moderno, como Francis Bacon, e inventando instrumentos imposibles para eventuales usos inquisitivos. Sus pinturas transitan la ironía tamizada por su experiencia de seminarista y el conocimiento profundo de la retórica del discurso religioso.


En el año 2002, en el espacio alternativo Plastilina Vera, exhibió por primera vez su serie de pinturas “Vampiros genitales”, aquellas obras de factura elaborada, enmarcadas a la usanza decimonónica y de aspecto museístico, mostraban con crudeza sexos -en su mayoría femeninos-, entrelazados con osamentas y elementos típicos de la liturgia católica. Aquella producción, de corte paródico, fetichista, clásica en su esencia, constituía un dislate liberador de su yo. Hoy sus obras continúan acentuando su transgresión, incomodando al observado llevándolo al límite de su tolerancia. Representaciones donde la blasfemia toma carácter didáctico, nos recuerdan las obras que pueblan los pasillos de las sacristías y las ilustraciones de los antiguos textos bíblicos, sin embargo el tono es contemporáneo. Artista moderno, sus operaciones estéticas son ejercicios plásticos que se desarrollan dentro del paradigma posmoderno; si esto es posible por estas latitudes.

En los últimos años sus obras no han variado de tópico, sino que presentan un endurecimiento temático que revelan depuración semiótica (algo que se produce con el correr de los años en el trabajo de un buen pintor).

Las obras que se presentarán en Espacio Perotti, son inéditas. En una charla el artista nos habló sobre ellas y dio algunas pistas sobre el giro creativo que lleva adelante. La muestra se llamará El Bosque de Los Desprecios, las pinturas serán Madonna con infantes, El niño enfermo, El beso de Judas, Calígula y sus hermanas, entre otras. Un texto escrito por el pintor acompañará la exhibición, lleva por nombre La Savia; prosa condenatoria, romántica en su esencia: señala el olvido del hombre por su lugar original. Nos convoca a repensar nuestra manera de instalarnos en el mundo. La falta de nostalgia por la naturaleza es el indicio que el hombre ha perdido el sendero primero. Apocalíptico.

Su producción es remedio y paliativo de soledad y pánicos infantiles. ¡Quién, de infante, no se ha sentido intimidado en su naturaleza por el horror del infierno prometido si se alteraba el pensar de los mayores! ¿El soporte? … ese libro terrorífico que enferma. El Arte: la verdadera religión y cura.



* Jorge Garnica en Plastilina Vera [plastilina.ver@gmail.com]

El Bosque de los Desprecios
De Marcelo Bordese
Ver muestra >>>http://www.arsomnibus.com/web/muestra/el-bosque-de-los-desprecios
En Espacio Alejandra Perotti:
http://www.espacioalejandraperotti.com/


domingo, 22 de abril de 2012

Tucumán en Buenos Aires. ABRIL

PLÁSTICA

Se extiende hasta el 14 de mayo la exposición "De al lado. Homenaje argentino" de Jorge Martorell









La muestra “De al lado. Homenaje argentino”, del plástico tucumano Jorge Martorell se podrá visitar hasta el 14 de mayo. A partir de esa fecha, se expondrán obras de Sandro Pereira, que presentará “De antes y ahora”.
Las obras de Martorell constituyen una gran reelaboración de signos; aparecen contemporáneos en su aspecto, pero con antiguas raíces iconográficas. Son signos construidos a partir de un conflicto, aquel presente en la película argentina “El hombre de al lado”, donde se escenifican las diferencias entre los habitantes de la prestigiosa casa Curutchet del arquitecto Le Corbusier, en la Plata, y vecinos menos afortunados.
La muestra puede visitarse de lunes a viernes, de 10 a 18, en Espacio Tucumán. Entrada gratuita.

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Tucumanos en otros espacios

Continuará hasta junio la instalación “Hugo Paco Luis”, con curaduría de Cecilia Quinteros Macció


La instalación “Hugo Paco Luis”, de Hugo Bellagamba, con curaduría de Cecilia Quinteros Macció, Dolores Sánchez Acosta y Florencia Tagliaferri, se podrá visitar durante abril y mayo en el Patio Itaú Cultural.
En esta propuesta, Bellagamba presenta tres esculturas pop de personajes de Disney en situaciones reales cuyo escenario se desenvuelve en un paisaje fantástico, desconcertante y de colores vibrantes. Las esculturas de tamaño natural proponen situaciones diversas y nuevas miradas sobre un mismo discurso. La temática surge de la convergencia de dos mundos: el de la ficción y el de la realidad, representados por los sobrinos del Tío Rico y por los chicos que viven en la calle, respectivamente. En los dos casos, el niño es el sujeto explorado quedando expuestas las contradicciones de estos relatos.
“Hugo, Paco y Luis” se expondrá hasta junio (fecha de cierre a confirmar), todos los días, en el Patio Itaú Cultural (Cerrito 748). Entrada gratuita.


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Cordialmente,
Mercedes Viegas
Coordinadora de Cultura
Gobierno de Tucumán en Buenos Aires

PREMIO MECENAS 2012

Leo Vinci, Conciertos Pilar Golf y Arnet fueron distinguidos con  el Premio Mecenas, que desde hace 28 años entrega la revista Qué Hacemos y que cuenta con el auspicio del Ministerio de Cultura del Gobierno de la ciudad, para distinguir anualmente a las personas instituciones y empresas que más colaboran con el desarrollo de actividades culturales. Al acto, realizado el viernes pasado, en el Auditorio El Aleph del Centro Cultural Recoleta, aparte de los mencionados, asistieron más de 200 personas, todas ellas pertenecientes  al mundo de la cultura tanto del ámbito oficial como privado  que desbordaron la capacidad del recinto.


Para referirse a la significación del premio y del acto, el director de la revista QUÉ HACEMOS, doctor Jorge Alberto Quaranta, resaltó la importancia de todos aquellos que dedican tiempo y recursos para que el resto de la sociedad pueda disfrutar de conciertos, muestras de artes, ediciones de libros, puestas teatrales, realización de películas y de diferentes proyectos culturales que realizan nuestros artistas. Además subrayó que todos deben comprender que invertir en cultura es invertir en el país.  


Los premiados

Leo Vinci, además de ser un prestigioso escultor, autor de obras y monumentos memorables, está considerado uno de los mejores docentes formador de varias generaciones de escultores. Formado por maestros legendarios pertenece a la generación que rompió con los moldes del academicismo para incursionar en una visión contemporánea de la escultura. Ha recibido decenas de premios por sus obras en el país y en el exterior. Desde el año 1962 hasta 1976 ejerció la docencia en las Escuelas de Bellas Artes, Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón. Expulsado de éstas por la dictadura, creó en Barracas un taller de enseñanza de escultura que se ha convertido en el más prestigioso del país, y al que concurren decenas de alumnos, becarios nacionales y extranjeros.


Conciertos Pilar Golf nació hace 8 años con el objeto de presentar temporadas de música clásica con un plan de excelencia y vocación de continuidad. La programación de los conciertos está integrada por valiosos repertorios originales que son integrados por los principales artistas de la música clásica de nuestro país junto a prestigiosos artistas del exterior. Su localización ha generado un nuevo polo cultural y ha captado una nueva audiencia en la zona Norte de Buenos Aires. Recibió la distinción Graciela Nobilo, directora de la institución.


Arnet  anunció hace una semana la nueva edición del premio de escultura a cielo abierto, que este año se realizará en la ciudad de Rosario con la participación del Museo Castagnino- Macro. El año pasado hizo lo mismo en Córdoba, con el Museo Emilio Caraffa; en el 2010 en Tigre con el Museo de esa ciudad, y en la primera edición en el Dique Cuatro de Puerto Madero donde se instaló la obra ganadora del premio- “La Pasionaria”- que fue donada a la ciudad.  Su programa “Cultura para todos”, convoca a artistas visuales de distintas disciplinas con el objetivo de embellecer los espacios urbanos de nuestro país, acercar la cultura a la gente y extender las fronteras de participación a distintas ciudades del interior. Además tiene programas de Arte para chicos; acompaña al Museo del Juguete de San Isidro; es sponsor y participa con un stand en ArteBa; es también patrocinante de la Ciudad Cultural Konex, y durante este año presentará un nuevo ciclo de “Encuentros para Mujeres. Recibió la distinción la gerenta de Telecom, Viviana Conte.



REVISTA QUÉ HACEMOS BUENAS ARTES S.R.L.
Las Heras 2166 
1127 Buenos Aires
Telefax: 4805-2126 / 4804-2927
E-mail:
quehacemos@fibertel.com.ar
www.revistaquehacemos.blogspot.com

CURSO: La entrevista en el arte

Se trabajará sobre el género de la entrevista en el marco de la crítica de arte, profundizando aspectos fundamentales como: la instancia de diálogo y la capacidad de pregunta, los secretos del oficio y el registro, la práctica de la desgrabación, criterios de edición y nociones básicas de la escritura en el marco del “Nuevo Periodismo”.
ver programa >>>>



Docente/s Daniel Mecca
Fecha de inicio 08.06.2012
Fecha de finalización 29.06.2012  
Duración 4 clases
Horario del curso
viernes de 16:30 a 18:30 hs.
4 encuentros de dos horas por semana, los días viernes 8, 15, 22 y 29 de junio.

Lugar del curso
Área Transdepartamental de Crítica de Artes.
Bartolomé Mitre 1869. 3º piso

Período de inscripción Del 24 de mayo al 8 de junio, de lunes a viernes de 10 a 16:30 hs.
Bartolomé Mitre 1869. 3º piso

Arancel Público en General: 180 $
Alumnos, Graduados, Docentes y No Docentes del IUNA: 120$
Alumnos de la Licenciatura en Crítica de Artes: exceptuados de arancel

Datos del contacto Área Transdepartamental de Crítica de Artes
Bartolomé Mitre 1869. Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(54.11) 4371.7160 / 4371.5252
criticadearte@iuna.edu.ar
http://criticadeartes.iuna.edu.ar/

sábado, 7 de abril de 2012

NOVEDADES DE MENENDEZ LIBROS . Actividades de ABRIL DE 2012

Ver muestra actual en la galería de la librería
Adolfo Nigro
"Objetos y collages"
ver >>>

Joaquín Nigro
ver>>>


CICLO DE OPERA

OPERA Y LITERATURA

Con DVDs con subtítulos en castellano.

Lucrezia Borgia, de Donizetti
Il trovatore, de Verdi
La vuelta de tuerca, de Britten

No se requiere conocer las obras literarias ni musicales.

Todos los lunes de 18:30 a 20:30        
Duración: Tres clases        
Arancel: $ 180 las tres clases. +

A cargo del profesor Claudio Mamud



CICLO DE BORGES

Miércoles 18 de abril a las 18,30 horas
Borges lector de Dante,
Dante en Borges

A cargo de la profesora Alicia Ardila

  DE 18,30 A 20 horas
$50 POR CLASE








TALLER LITERARIO
 

A cargo de José María Brindisi

Todos los martes de 13 a 14,30 horas

Inscripción $270 por mes




CICLO DE FILOSOFIA
Una aproximación a la historia de la filosofía

a cargo de la profesora Cristina Lozano

Se inicia el miércoles 11 de abril

SE DICTARA EL SEGUNDO Y CUARTO MIERCOLES DE CADA MES
DE 18,30 A 20 horas




LIBROS RECOMENDADOS:

El lector de Julio Verne. Almudena Grandes ($98)
Esta entrañable escritora nos brinda el segundo libro de la serie "Episodios de una guerra interminable" que comenzara con
Ines y la alegría ($92 en edición de bolsillo). Su estilo claro y directo, los personajes humanos y nobles, las historias basadas en investigaciones de la vida real, se reúnen con maestría en una obra que se lee de una sentada y da mucha pena que se acabe, por suerte vendrán otras más.

Poesía no completa. Wislawa Szymborska ($110)
A veces necesitamos un empujoncito para leer un libro, especialmente de poesía, de poesía polaca, de poesía polaca de una Premio Nobel con ese nombre casi impronunciable. El empujoncito me lo dio un querido cliente, Esteban Peicovich que abrió el libro, me leyó la poesía "Elogio de mi hermana" y me hizo llorar. No cuento más.

La vida de las mujeres. Alice Munro ($99)
Es una deliciosa novela que escribió Munro en los años 70 y no había sido traducida nunca al castellano. Ella misma la define irónicamente como "autobiográfica en su forma no en su contenido". Imprescindible para los seguidores de la autora.

Cheever: una vida. Blake Bailey ($250)
Gran escritor, periodista, alcohólico, bisexual, padre de familia, atormentado relator de la realidad, su vida da para una gran novela, no solo por su personalidad, sino también por la relaciones con otros escritores de la talla de Bellow, Carver o Capote. Esta biografía vivida y muy bien documentada mereció el Premio Nacional de Crítica del año 2009 en Estados Unidos.

Los sueños de los que está hecha la materia. Los textos fundamentales de la física cuántica y como revolucionaron la ciencia. (Plank, Einstein, Born y otros más)
  Edición a cargo de Stephen Hawking. ($290)
Este incansable científico tiene el arte de seleccionar para los libros que promociona los textos idóneos para entender lo que la ciencia física tiene como objetivo: explicar de que esta hecho el universo y como funciona.

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Marta Menendez
E-mail: marta@menendezlibros.com.ar
Web: www.menendezlibros.com.ar
Teléfono:
011 - 4311 - 6665
Dirección:Paraguay 431
Buenos Aires
Argentina


lunes, 2 de abril de 2012

Luis Camnitzer: “En el arte de hoy se ha perdido la búsqueda de la complejidad"

Javier HONTORIA | Publicado el 02/04/2010 / el Cultural.es
Ver completa en
http://www.elcultural.es/version_papel/ARTE/26922/Luis_Camnitzer


Una de las mentes más lúcidas del arte latinoamericano, presenta ahora en Daros una muestra centrada en sus trabajos de los 60 y los 70
(...)
Principio del formPREGUNTA.- ¿Cómo se ha estructurado esta exposición en Daros?
RESPUESTA.- Originalmente esta muestra iba a ser conjunta con Antonio Días, quien artísticamente es de la misma generación que yo y además somos amigos. Luego Daros decidió separar las muestras en dos individuales e hizo la de Antonio y luego la mía. Inicialmente habíamos considerado una muestra retrospectiva, pero sobre la marcha predominó la museografía, cosa que hizo una exposición infinitamente más linda. Entre Hans-Michael Herzog y Katrin Steffen lograron la exposición más elegante de mi vida.

P.- La exposición ofrece su vertiente más conceptual. Un repaso a su trayectoria arroja luz sobre cómo con los años se advierte un paulatino interés por el objeto y por el espacio. ¿No es así?
R.- En realidad nunca tuve problemas con el objeto en sí, sino con cómo se establece la relación con el espectador. En los años sesenta creíamos en algo que llamábamos “arte contextual”, utilizando nuestra obra como palanca para activar el máximo del ambiente y para eso usábamos tanto la obra como el contexto. Las opciones que se plantean entonces son respecto a qué ambiente utilizo: la mente e imaginación del observador, el entorno total, el entorno del museo o galería y la relación que tienen los “estímulos” que presento con la percepción de quien los recibe.

P.- ¿En qué aspectos considera que el conceptual que se realiza durante los sesenta y setenta en Latinoamérica, y que usted lidera, difiere del estadounidense?
R.- Creo que las raíces de ambos son fundamentalmente diversas. El conceptualismo latinoamericano viene de situaciones de represión, de la necesidad de una comunicación subversiva rápida y eficiente que en determinado momento va encontrando una forma. El estadounidense en cambio viene de una voluntad formalista y casi mística de una eliminación de la materia para llegar a algún nudo esencial del arte que sobrevive como una especie de “alma”. Por eso yo rastreo el origen de nuestra tradición conceptualista hasta la obra de Simón Rodríguez a principios del siglo XIX. Rodríguez fue el tutor de Simón Bolívar. Era un obsesionado con la política y la educación, y desarrolló su propio sistema de diseño de textos para comunicarse sin una erosión de información. Para lograrlo rompió con la linealidad y con la tipografía uniforme, y creó lo que él consideró una forma más precisa para recrear sus ideas en la mente del lector.

Poético sin poesía
P.- Le leo decir en una entrevista que su trabajo no es poético ¿Por qué ese rechazo a lo poético?
R.- En realidad mi rechazo es de la poesía, no de lo poético. Con eso quiero decir que no me interesa la poesía como formato expresivo, por lo menos para mis propósitos. Utilizado dentro de mis limitaciones personales es un vehículo forzado que muchas veces conduce a la cursilería. Además nunca me interesó mucho leer la poesía de otros y los pocos intentos terminaron en frustración. Es un detalle autobiográfico sin importancia, pero salió a la luz en el reportaje porque en su momento mucha gente me comentaba que lo que yo hacía en realidad era poesía, y eso me era algo totalmente ajeno. En cuanto a lo poético, no niego la posibilidad de que alguna obra mía repercuta en ese nivel, pero no es algo que busco a propósito. O sea, lo poético no es un marco de referencia con respecto al cual mido y evalúo el acabado de una obra mía. A veces sucede, y cuando percibo que sucede lo miro muy críticamente para decidir si dejo que se quede o hago que se vaya.

P.- ¿Son el conceptual y lo poético imposibles de hermanar?
R.- [Joseph] Kosuth una vez cometió la barrabasada de negar lo poético porque estaba embarcado en una empresa formalista. Yo en realidad veo a Kosuth como un epígono del pop art, por lo menos cuando elevaba las definiciones del diccionario a un nivel icónico. Eran obras paralelas a las sopas Campbell de Andy Warhol. Si realmente se hubiera metido en lo textual, habría aceptado lo poético (y creo que después cambió de idea, no me acuerdo). Como estrategia, el conceptualismo es una manera de entender el arte, todo el arte, desde la edad de piedra hasta hoy. Se trata de ver los productos artísticos como soluciones a algún problema, para recién después ver si la solución es buena y si está bien hecha. Así formulado, negar lo poético, o lo bello, o lo religioso, o lo científico, o lo político, no tiene sentido porque equivale a decir que uno solamente tiene derecho a plantearse ciertos problemas y no otros. Dentro de eso importa que el problema sea interesante y que ayude a expandir el conocimiento. Si para lograr esto se necesita lo poético y el artista es capaz de usarlo bien, bienvenido.

P.- ¿Cómo ve el escenario artístico en la actualidad? ¿Que cosas han mejorado desde que usted empezó como artista? ¿Qué ha empeorado?
R.- Una obra de arte ya no es buena porque me guste o porque esté bien hecha. Es buena porque aporta algo al conocimiento. Ahora noto que se ha perdido un poco la búsqueda de la complejidad y la ubicación de lo que se podría llamar lo misterioso, esas cosas que desafían y aportan. Este comentario a lo mejor me fecha como parte de una generación perteneciente a la antigüedad, pero cuando veo una obra quiero aprender algo que no sabía hasta ese instante, algo que me obligue a repensar las cosas que ya sabía. Entonces, me encuentro en un ambiente que gracias al quiebre conceptualista tiene una libertad mucho mayor, pero donde esa libertad todavía no es utilizada en su potencial completo.

Arte en el aula
P.- Usted es conocido por su constante preocupación sobre la enseñanza en el arte. ¿Qué le recomendaría a un joven estudiante que entra en la Facultad de Bellas Artes con la pretensión de convertirse en artista?
R.- Depende de la facultad que elija. En general creo que no hay facultades realmente buenas. Por un lado porque las facultades aceptan que el arte sucede en una forma aislada de las demás disciplinas y por lo tanto tienden a concentrarse en la parte artesanal. Como además generalmente se piensa que la creación no es enseñable y que el talento es privilegio de unos pocos, las facultades son lugares que tratan de servir de cedazo para separar a los futuros triunfadores de la resaca. Si ese joven a quien debo aconsejar encuentra una facultad que se escapa de ese molde, que cree en la inter o transdisciplinariedad y que se dedica a formar a todos sus estudiantes sin una preferencia por los futuros “genios”, probablemente sea un buen lugar.

P.- ¿Qué relación tuvo con España cuando aquí se imponía un tipo de arte de corte conceptual en los años setenta? ¿Conoció el trabajo de Muntadas, Torres, Criado...? De ser así, ¿Qué relación tuvo con ellos?
R.- Me temo que ninguna. El conceptualismo español en esa época desgraciadamente no trascendió internacionalmente de la misma manera que lo hiciera el “arte póvera” italiano u otros grupos. La represión franquista era demasiado fuerte desde adentro y el interés era menor desde fuera. Con Muntadas somos amigos virtuales desde hace décadas. Durante años nos escribíamos notas admirativas en los libritos de comentarios en nuestras exposiciones y teníamos cantidad de amigos comunes, pero recién nos conocimos personalmente en los años noventa. Finalmente nos conocimos en una inauguración, un encuentro organizado por otro amigo común. Mi reacción fue muy negativa. Me dio mucha rabia porque me gustaba la idea de mantener esa amistad invisible, de vivir en universos paralelos pero sin embargo sabiendo que existimos y que podemos comunicarnos sin nunca encontrarnos. En fin, el misterio murió y ahora somos amigos de lo más ordinarios. A los otros conceptualistas españoles los fui descubriendo más recientemente en sucesivos viajes a España. En uno de estos viajes pude ver la muestra del Reina Sofía, que no le hizo mucha justicia al movimiento y me pareció que lo presentó como un evento un poco menor. Eso no afectó que me interesen muchos de los artistas individualmente. En “Global Conceptualism” incluimos al Grupo de Treball. Y hoy también incluiría a Brossa en un lugar de honor, aun si en España no se lo clasifica como conceptualista. Pero es uno de mis artistas favoritos en total, no solamente en España, y fue otro al que accedí demasiado tarde. Me hubiera gustado conocerlo personalmente.