La idea del Terreno, dice Aranovich*1, surgió de una investigación sobre arte en espacios públicos que en calidad de artista emprendí a fines de 1998 cuando obtuve una beca de especialización de la Fundación Antorchas de Argentina.
La beca transcurrió durante 1999 en una universidad de Canterbury, Inglaterra, el Kent Institute of Art & Design donde pude trabajar y conocer el rico campo de la escultura inglesa y en Villa Montalvo, California, Estados Unidos, en ambos como artista en residencia. En 2001 mi beca continuó en Djerassi Foundation de California, donde las esculturas se sitúan en campos y bosques aledaños; y en Sculpture Space, fascinante lugar de trabajo para escultores internacionales en Utica, New York. La obra que allí construí se exhibe en Grounds for Sculpture, un parque de esculturas cercano a la ciudad de New York que alberga obras de Cragg, De Caro, Calder, entre otros. Mis obras y una entrevista aparecieron durante ese año en la revista norteamericana Sculpture.
El tema de la beca, arte en espacios públicos, me llevó a recorrer en Europa y América parques de escultura y proyectos experimentales, hablar con curadores y relacionarme con quienes seleccionan proyectos artísticos para emplazar arte contemporáneo en ciudades tan distintas como San Francisco, París o Quito.
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Es sorprendente que nuestro arte urbano se haya quedado tan atrás en el tiempo y no existan iniciativas como las del Taller de Arte Monumental de Quito o el parque de esculturas de Santiago de Chile en Providencia, o como Resistencia, en Argentina, llamada la ciudad de las esculturas.
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En el 2002 y 2003 *2 organicé y curé en el jardín del Museo Yrurtia seis muestras, muy visitadas y comentadas por los medios periodísticos. Escultores ya de mucha actuación que quisieran experimentar alternaban con otros artistas muy jóvenes que incursionaban por primera vez en el espacio abierto con materiales para ellos desconocidos. Podían abrir brechas en la tierra, colgar elementos en las paredes medianeras, podían utilizar todo en el espacio de 15 x 21 metros.
A los escultores muy apegados a formas clásicas de exhibición, se los instaba a explorar nuevos medios y a los artistas muy jóvenes se los hacía reflexionar sobre la materialidad de sus obras para resistir la intemperie y para que tuvieran la escala adecuada.
Un pequeño subsidio del Fondo Nacional de las Artes permitió solventar folletos e invitaciones y algunos gastos de transporte de obras. El Terreno no continuó en el Museo Yrurtia por presiones de la Asociación de Amigos del Museo de entonces que propugnaba muestras más tradicionales.
Del 2004 al 2005 hubo ofrecimientos de espacios para reubicar el Terreno, pero recién a comienzos de 2006,*3 Mónica Guariglio, Directora Gral. de Museos de la Ciudad, se entusiasma en continuar el proyecto en los jardines del Centro de Museos de Buenos Aires, otrora Confitería Munich, frente a la Costanera Sur en Puerto Madero.
Claudia Aranovich / El Terreno de Arte Experimental / 2007
El libro recoge la trayectoria de Aranovich a nivel nacional e internacional, reportajes a la artista, notas en diarios, textos de críticos y testimonio de escultores, como Edgardo Madanes, Carola Zech, María Guallar, Oscar Stáffora, entre otros; que participaron de este proyectos invitados por Aranovich, creadora y curadora de: El Terreno de Arte Experimental.
ver mas info del libro
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*1 ver pagina de la artista
http://www.claudiaaranovich.com.ar/
*2 ver archivo ARSOmnibus.com: http://www.arsomnibus.com/muestras/detalle.php?id=82
*3 ver archivo ARSOmnibus.com: http://www.arsomnibus.com/muestras/detalle.php?id=1253 y http://www.arsomnibus.com/muestras/detalle.php?id=1715
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