viernes, 3 de septiembre de 2010

MERCADO DE ARTE: ¿Invertir en arte?

por Juan Cruz Andrada


A partir de la reciente crisis financiera global, el debate sobre el mercado y la inversión en arte adquirió renovada fuerza. Ante la incontrolable volatilidad de los mercados financieros, el arte surgió como un posible lugar de resguardo para una gran cantidad de dinero que no encontraba donde protegerse de los vaivenes económicos del período. Ante este escenario resurgió la pregunta ¿es el arte un terreno fértil para la inversión?

Desde mediados de los años 90 y en especial a partir del año 2000 el mercado de arte internacional fue ganando cada vez más protagonismo ostentando un estable y luego explosivo crecimiento. Esto generó un gran interés por explicar las reglas en las que se rige este mercado con el objetivo de asesorar posibles interesados en incluir al arte dentro de sus carteras de inversiones. De esta manera, en los últimos diez años se multiplicaron por docenas los escritos que pusieron en el centro de su análisis al mercado de arte (1) . Todos ellos coinciden en resaltar la dificultad que genera estudiar el arte donde la pluralidad y variedad de obras por vender encuentra su límite en que cada objeto suele ser único e irrepetible y donde el valor de una obra es signado por su condición de bien simbólico y no por sus condiciones de producción y distribución material. Asimismo, la visión del arte como un objeto ideal, con reglas propias, ajeno a los sucesos cotidianos, suele ser una barrera en el proceso de considerarlo una inversión viable. A pesar de estos obstáculos cada día nacen nuevos artículos donde ven en el arte un activo mucho más líquido de lo que fue considerado hasta el momento.

Uno de los factores claves en la construcción de esta nueva mirada sobre el arte es, sin duda, la mayor transparencia que presenta el mercado internacional de arte. Cada día nacen nuevos servicios de base de datos que permiten al usuario no “iniciado” enterarse de la evolución en los precios de tal o cual artista. A esto se le suma el creciente protagonismo de las casas de remate, y la posibilidad de contar con la información sobre sus transacciones de manera casi inmediata a través de internet, que facilita la realización de estudios econométricos que actualizan en tiempo real el comportamiento de los precios del arte.

La resistencia del arte fue puesta a prueba durante la última crisis, mostrando una buena capacidad de reacción ante la caída de los precios. Durante el año 2007, solo en subasta pública, el volumen negociado de arte fue de un poco más de 90 billones de dólares. Si bien este aumento estuvo asociado con una burbuja especulativa, asociada sobre todo con el arte contemporáneo, que estalló junto con la crisis internacional, el mercado de arte se encontró con margen para aplicar políticas que ayudaron a paliar los efectos adversos. El volumen negociado durante el 2009 fue casi la mitad que el del 2007 pero se conservó por encima de los valores previos al inicio de la burbuja. Los precios se estabilizaron en el segundo y tercer trimestre antes de comenzar un ligero aumento desde el mes de octubre. El mercado retomó la confianza en el segundo semestre con una tasa de artículos no vendidos del 37%, frente al 40% en el primer semestre de 2009 y el 43% en el otoño de 2008 (2) . La situación de crisis sirvió al mercado de arte para mostrarse consolidado aunque no ajeno a los vaivenes de la economía mundial.

Por último, es importante recalcar que estas observaciones están basadas en la situación internacional del mercado de arte dominada por los países desarrollados, en especial por Estados Unidos, El Reino Unido y Francia. Las situaciones regionales presentan particularidades específicas ligadas a la situación sociopolítica y económica del país, así como también a su historia del arte.

Entrar al mundo del mercado y la inversión en arte implica aprender a mirar los objetos estéticos desde una perspectiva múltiple. Requiere una visión amplia que permita, por un lado, admirar el arte por su valor simbólico, estético o como simple juego lógico hecho materia. Por otro lado, necesita un abordaje analítico que muestre las sutilezas de un mercado en crecimiento, donde la inversión programada es posible.

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1-Para un resumen de esta cuestión ver: Claudio Golonbek. “Economía del Arte”, ramona. Revista de artes visuales, Buenos Aires, n. 59, abril, 2006, pp. 80-84.


2 -Art Market Trends 2009, Art Market Insight. www.artprice.com.ar


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Juan Cruz Andrada
en Licenciado en Artes, con orientación en Artes Plásticas (UBA). Se desempeñó como asistente de dirección en diversas galerías y anticuarios del país. Alumno de la Maestría en Historia del Arte de la USAM, actualmente trabaja como Marchand de arte independiente y realiza investigaciones sobre el desarrollo general del mercado de arte.

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