Andres Wegier
Arquitecto. 57 años, casado con Brenda Ruiz, 4 hijos.
Egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires en el `68
Pionero de la Feria de San Telmo y Secretario del Centro de Estudiantes de Arquitectura en el 74.
Vivió 8 años en México ejerciendo la arquitectura.
En 1986 funda Leval & Solare empresas de las cuales hoy es el presidente.
En enero de 2006 crea la galería Amancio, para canalizar una de las pasiones de su vida, el ARTE.
Arquitecto. 57 años, casado con Brenda Ruiz, 4 hijos.
Egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires en el `68
Pionero de la Feria de San Telmo y Secretario del Centro de Estudiantes de Arquitectura en el 74.
Vivió 8 años en México ejerciendo la arquitectura.
En 1986 funda Leval & Solare empresas de las cuales hoy es el presidente.
En enero de 2006 crea la galería Amancio, para canalizar una de las pasiones de su vida, el ARTE.
“Amancio” va a cambiar. Voy a lanzar la galería en Internet.
Quien da el anuncio es Andrés Wegier, el creador de una de las galerías más originales de Buenos Aires, “Amancio”, el único espacio dedicado exclusivamente a exponer dibujos y pinturas de los arquitectos.
Andrés Wegier es también él arquitecto, pero en materia de arte es esencialmente un degustador, una persona que admira el arte y que lo conoce desde siempre. Cuenta:
Yo me crié rodeado de arte, en mi casa se respiraba y se vivía rodeado de arte. Mi mamá, Marta Wegier, fue la primera licenciada en Historia de las Artes, fue crítica de arte; durante años escribió los prólogos de libros sobre artes visuales del Centro Editor, y trabajó con Jorge Glusberg en el legendario CAYC.
SH-¿El hecho de ser arquitecto te dotó de una “mirada” especial, diferente?
SH-¿Podés definir eso con más precisión?
AW-En los dibujos, en la forma de componer, en la forma de ocupar el espacio, en la forma de ocupar la tela completamente, hay un grafismo que se aprende en la facultad y que llega incluso al modo de componer los árboles. Todo eso se ve en las obras, y me gusta. Entonces, tuve ganas de crear una galería donde la producción plástica de los arquitectos pudiera expresarse ordenadamente. Estoy convencido de que ellos son mucho más que arquitectos que hacen plástica: ellos son verdaderos creadores, constructores-artistas. Mi objetivo era ofrecerles un lugar para una especial mirada del mundo del arte, la mirada de los que construyen, de los que diseñan.
AW-En los dibujos, en la forma de componer, en la forma de ocupar el espacio, en la forma de ocupar la tela completamente, hay un grafismo que se aprende en la facultad y que llega incluso al modo de componer los árboles. Todo eso se ve en las obras, y me gusta. Entonces, tuve ganas de crear una galería donde la producción plástica de los arquitectos pudiera expresarse ordenadamente. Estoy convencido de que ellos son mucho más que arquitectos que hacen plástica: ellos son verdaderos creadores, constructores-artistas. Mi objetivo era ofrecerles un lugar para una especial mirada del mundo del arte, la mirada de los que construyen, de los que diseñan.
Andrés nos cuenta que en Nueva York hay dos o tres galerías focalizadas en el mismo nicho que “Amancio”. La más importante es Max Protetch, ubicada en el barrio de Chelsea, en cuya trastienda se pueden encontrar piezas de arquitectos míticos como Mies van der Rohe, Zaha Hadid, Michael Graves, Paul Gehry… Una galería de este tipo permite que alguien, sea arquitecto o simple aficionado, pueda comprar un dibujo original de uno de estos grandes arquitectos, y ese dibujo original conlleva una constelación de valores: es arte, es cultura, es historia, nos dice Andrés.
SH-Tu espacio tiene un nombre que suena muy bien, es muy estético, pero hay otra razón muy importante que te llevó a esta elección. ¿Podés explicarla?
AW- “Amancio” remite a uno de los arquitectos más famosos, más respetados de la Argentina: Amancio Williams, cuya importancia fundamental reside en lo que pensó y en lo que dibujó. Fue un excelente creador de un mundo de ideas, aunque también construyó algunas de las obras más significativas de la arquitectura argentina, como la Casa del Puente, en Mar del Plata, que figura en los catálogos de la arquitectura internacional.
SH-Te propongo que recordemos a “Amancio” en lo que fue su espacio de la calle Arenales. ¿Cuáles son las experiencias que guardás con más afecto en tu memoria?
AW-Nosotros hicimos exposiciones colectivas con muchos artistas arquitectos. Recuerdo muy especialmente las muestras de croquis, que implican la recuperación del gesto que da origen a la arquitectura: el croquis es el momento inicial creativo por excelencia. Es el momento en que un arquitecto toma un lápiz y hace un dibujo en cualquier papel: ése es el momento. Fueron exposiciones que recuerdo con emoción, porque logré reunir a profesionales muy renombrados, muy exitosos, que se arriesgaron a mostrar un lado menos conocido de su creatividad.
Y ahora, después de algunos años de manejar una galería de contenido novedoso pero estructura tradicional, Andrés Wegier se lanza a una experiencia distinta: “Amancio” en Internet! ¿Y por qué este giro tan drástico?
Porque Internet es un lugar nuevo de diálogo, un lugar nuevo de comunicación, con un espíritu muy joven. Puede llegar a más gente, y de manera más sencilla, más ágil, menos rígida. Voy a manejar todo desde la red, con todas las facilidades y usando todos los recursos de comunicación que Internet permite. Pero –las tradiciones persisten- también vamos a hacer dos exposiciones anuales, en un sitio determinado. Que se comunicarán vía Internet!
AW-Seguramente sí. Cuando iba a ver exposiciones que me interesaban particularmente, trataba de averiguar cuál era el motivo que despertaba mi interés, quería ver qué había detrás de esa obra que a mí me provocaba un entusiasmo diferente. Y siempre descubría que atrás existía algo relacionado con la arquitectura: un arquitecto, o un ex estudiante de arquitectura, o una familia de arquitectos en la que se había formado el artista. Descubría líneas comunes en las obras.
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